domingo, 3 de junio de 2018

Discos Solares, el legado de Lemuria

La tarea de los Discos Solares es colaborar con nuestro ingreso al Real Tiempo del Universo. Los lemurianos, a través del contacto con los hermanos del Cosmos, supieron que nuestro Planeta vivía en una coordenada diferente a la del Real Tiempo del Universo. Por lo tanto crearon una herramienta que los ayudaría a ingresar en él. Fue así que construyeron lo que denominaron Disco Solar, elaborado con aleación de metales, y a través de un proceso alquímico lograron realizar un oro alquímico. Este Disco solar no sólo contenía material físico, sino que fue construido también a través de mantralizaciones y energía interior de un conjunto de Sacerdotes que le impregnaron información. Contenía la intención de que fuera una herramienta utilizada para el proceso de evolución. Pero aún la raza lemuriana no estaba preparada para compartir la comunidad de los hermanos de las estrellas. Se decidió que el trabajo con el Disco Solar debía cesar por el momento, para que en un futuro, cuando la raza sí estuviese en condiciones, se pudiera volver a activar ese Disco. Los Sacerdotes pudieron ver que los manejos energéticos que se estaban dando en el Planeta iban a provocar que el eje del Planeta se moviera y que una gran catástrofe llevara al Planeta a casi su destrucción. Por lo tanto fue vital que la información que guardaba el Disco Solar fuera resguardada. Se decidió que ese Disco Solar se dividiera en 12 partes que fueran guardadas en determinados lugares del Planeta. Los Sacerdotes, ayudados por los Hermanos del Cosmos, buscaron los lugares. En América existen 12 lugares que guardan esas herramientas llamadas Discos Solares, y están directamente involucrados con el proceso que vivirá nuestro Planeta cuando ingrese al Real Tiempo del Universo. Seres de las civilizaciones más avanzadas de nuestra Galaxia llegaron al Planeta para colaborar energéticamente con nosotros, y ellos también construyeron otro Disco Solar, que durante mucho tiempo estuvo en lo que conocemos como Shambala. Cuando la Hermandad Blanca mudó su centro de operaciones para América, el Disco Solar vino hasta América y hoy está en Miz-Tli-Tlán. Por lo tanto los 12 Discos Solares más el que está en Miz-Tli-Tlán, suman 13 Discos Solares. La tarea de los Discos Solares es colaborar con nuestro ingreso al Real Tiempo del Universo. 
Mu, Lemuria y Atlántida han aportado luz para Gaia cuyo plan fue elevar y sostener la frecuencia en la quinta dimensión. Tras diversas caídas de la conciencia hoy nos encontramos una vez más en este proceso de ascensión, un camino por recorrer y recordar quiénes somos realmente.
Los Discos solares son herramientas creadas hace miles de años por los lemurianos, que dejaron grabados en ellos información codificada para ser descubierta y utilizada cuando el hombre estuviera preparado para hacerlo.
Lemuria fue una era de mucha Luz... Una era que resuena en lo profundo del Corazón Planetario y cuyo recuerdo descansa dulcemente en cada célula de nuestro cuerpo.

Kai dice: ¨Lemuria fue una tierra donde los seres humanos vivíamos en una conexión multidimensional y con nuestro ADN totalmente activado, era una consciencia muy distinta a la que tenemos ahora. Sin embargo a lo largo de la historia esa conexión se fue perdiendo debido a que las personas fueron escuchando cada vez más a su ego. Recordar Lemuria es recordar el origen que te trajo a esta Tierra, cuál es la razón por la cual estás aquí, como alma multidimensional que eres. Esa época era muy particular, no existían los gobiernos, las personas desde el momento en que nacían eran reconocidas por sus padres y ellos ya sabían cuáles eran los dones que los hijos podían desarrollar, entonces desde el momento del nacimiento ya lo ponían en contacto con quienes serían los guías espirituales y también los que ayudarían en el proceso de desarrollo de los dones. No existía la educación como la conocemos ahora. Los lemurianos se autogobernaban en base al respeto de las leyes universales. Si todos respetáramos esas leyes no habría necesidad de gobierno, ni policías ni ejército. En base al respeto de esas leyes había una paz permanente en esas tierras. Lemuria estaba dividida en 5 sectores, cada uno de ellos tenía una vibración particular. Los seres que habitaban en cada uno de estos sectores tenían conexiones con distintos estados de consciencia y tenían conexiones con distintas habilidades y formas de trabajar.
Los discos solares fueron elegidos como puntos de enlace y reconexión con la Conciencia Solar durante la era culminante de Lemuria, y en ellos se resguardaron las memorias ancestrales y la sabiduría de la Tierra y la humanidad.
Resguardados a lo largo de todo el continente americano, los Discos Solares comenzaron a despertar en la década de los 60, irradiando su luz a través de la música ancestral que se desprende de ellos. Este sonido ha sido captado a lo largo de los años por almas cuya consciencia y conexión les ha permitido recibir la información y hacérsela llegar a las personas. El sonido ancestral que abre las puertas de la conexión con los Discos Solares y a través del cual se manifiesta su luz es el nombre o mantra que cada uno de ellos aporta. Cuando se inició su despertar, se anunció la llegada de la Luz a la Tierra y con ello la liberación de las memorias y la información largamente dormida.
Los Discos Solares son sagrados, legado de una antigua civilización, preservados a través de los tiempos por la Madre Tierra y los sitios sagrados que los custodian. No encontrarán rastros físicos de los Discos Solares en ningún lugar, pues cada sitio sagrado elegido funciona como puente de anclaje de la energía de los Discos, siendo la quinta dimensión su lugar de descanso y transmisión. 
Los Discos Solares personales han liberado la capa de información que le corresponde a cada uno de los Discos Solares Planetarios, y a través de este trabajo se ha realizado la activación de cada uno de los Filamentos de ADN.
MU representó el origen del Plan Divino de la Tierra, en el cual GAIA se constituye como una Biblioteca Viviente cósmica en conexión con un circuito de Bibliotecas vivas distribuidas a través de la Galaxia.
Estas Bibliotecas en conjunto representan un núcleo de aprendizaje e intercambio de información, el cual se da mediante la Vida. Cada mundo, cada ser Vivo y cada Elemento contenido en cada una de estas Bibliotecas porta información y esta fluye a la velocidad de la Luz a través de los entramados que les conectan. A estos entramados los llamamos ADN y en verdad permanecen en sintonía eternamente.
Las consciencias que habitan los mundos sostenedores de las Bibliotecas Vivientes son considerados Guardianes y tienen acceso a todos y cada uno de los Elementos. Las restantes Bibliotecas Vivientes que acompañan a GAIA dentro del circuito vivo de esta Galaxia son: Sirio, Pléyades, Orion, Antares, Arcturus y Venus.
Juntos forman el circuito de 12 Bibliotecas Vivientes y a través de todo ser vivo mantienen la conexión. Las Flores, Plantas, Cristales, Arboles y Animales, son receptores y guardianes de los Registros Cósmicos de información que se intercambian y son los habitantes de cada mundo los Guardianes de cada una de estas Bibliotecas.
MU es la era en donde todo esto tiene su origen para la Tierra y a partir de ahí, el ADN de la Humanidad es constituido como un compendio del ADN de cada una de las restantes Bibliotecas.
Cada una de las Naciones cósmicas que habitan los mundos que constituyen el circuito de Bibliotecas Vivientes, aportan información y material genético para constituir el ADN de la Humanidad, dando origen a los 12 Filamentos que componen el ADN original de los Seres Humanos.
La información contenida dentro del cuerpo humano es verdaderamente muy vasta y en cada Filamento de ADN se encuentran circuitos de Luz, que sostienen la capacidad de transmitir y recibir información a gran velocidad. Al mismo tiempo, el ADN y el cuerpo humano poseen la energía viva de los Elementos de la Tierra, lo cual da acceso total a la información que la Madre Tierra resguarda.
En la era de MU los seres eran capaces de vivir en comunión con la Tierra, abriendo la Biblioteca y recibiendo de ella toda la fuerza, la energía y el sustento necesario. No existía la depredación como forma de sustento. Todo les era otorgado desde la conexión con la Vida y los Elementos.
Sin embargo, la era de MU finaliza tras la caída de consciencia de sus habitantes y la Madre Tierra tiene que entrar en un período de restauración, creando con ello una gran era glacial que enterró los remanentes de MU bajo lo que hoy es conocido como Antártida.
Pasaron las eras y la Humanidad estuvo lista para reiniciar una nueva era de Luz llamada Lemuria, la cual se manifiesta en orden y Amor, hasta que de forma paralela inicia el proyecto de una Ciudad a la cual sus fundadores llamaron Atlántida.
Es en la Atlántida donde se vive la mayor caída de consciencia conocida por la Humanidad, en la cual los principios de la Luz fueron violados y el ADN colectivo de la Humanidad sufrió una profunda degeneración. Así como la Madre Tierra, quien por primera vez en su historia fue profundamente dañada bajo los actos de los seres humanos.
En la Atlántida, aquellos que habían perdido la conexión con la Fuente buscaron experimentar con el ADN, para crear mutaciones y tratar de desentrañar los Códigos de Luz contenidos en el ADN humano, Códigos que facilitan el acceso a las Salas de Registros Planetarios y a los Portales de la Luz. A su vez, por primera vez se genera la separación de la energía femenina y masculina a nivel colectivo, luego de que se viera interrumpida la labor Planetaria de Amor Incondicional que en esa Tierra la Hermandad de la Rosa llevaba a cabo.
Los Atlantes no sólo alteraron el Código Genético, también crearon un poderoso vórtice de energía que terminó colapsándose y fracturando las Rejillas Planetarias ocasionando que se generara una gran anomalía magnética que dio origen al triángulo de las Bermudas, finalizando con ello las eras antiguas de Luz a nivel Planetario y una profunda, muy profunda herida que hasta la fecha se ha sostenido en la consciencia de la humanidad.
Fue hasta el nacimiento de Jesús y María Magdalena que se da origen al nuevo intento de restablecimiento de la Biblioteca Viviente Tierra. En esta ocasión la fuerza de este renacer de la Luz se activa una vez que los Seres Humanos asuman su responsabilidad sobre el cuidado de la Tierra y de todos los Seres Vivos.
Esta consciencia de responsabilidad ha comenzado a despertarse de manera colectiva en todos Ustedes. Por ello cada día son más las personas que se ocupan del cuidado del medio ambiente y de la Vida y respeto hacia los animales. Ustedes son Guardianes de la Tierra y en su cuerpo viven las llaves para el restablecimiento del Plan Divino, la Biblioteca Viviente. Sin embargo, es de suma importancia que cada uno de ustedes active su propia Sabiduría interior y la Maestría que habita en el corazón. Pues al recuperar el Poder toda la Luz se activa en el Ser Humano.
En el 2008 la Tierra recibió una muy importante actualización de la información, que generó una renovación y recodificación del ADN Humano con la activación de los Filamentos Delfínicos.
En esta ocasión de nuevo se recibirá una Importante recodificación, pero esta vez será la energía de los Pilares de la Consciencia la que se liberará hacia la Ruta lumínica del ADN planetario.
La energía de los 13 Pilares de la Consciencia será liberada desde Antártida, la antigua Tierra de MU, lugar donde residen los Registros Planetarios y desde el cual la Biblioteca Viviente será reactivada.
Esa energía pasará por la Guardiana de la Matriz Divina de la Humanidad: la Montaña Sagrada llamada Mamita Putucusi, en Perú. A su vez la energía de los Pilares de la Consciencia pasará por la Esfinge de Egipto, cuya energía representa el ADN de la Humanidad, generándose con ello la transmutación del código genético deformado.
Que la Luz sea restablecida en la Tierra y la Justicia sea hecha desde la Luz Divina para toda la Humanidad.

Rigoberto Loza González explica que Lemuria fue un continente muy extenso que ocupó todo el Océano Indico y la Malasia y llegó hasta la misma Australia, por el Sur avanzó hasta lo que hoy se conoce como Sudamérica, cubriendo casi toda el área del Pacífico. Los lemures eran una raza de gigantes, con estaturas de cuatro, cinco o seis metros. La Lemuria fue una poderosa civilización. En la Lemuria se levantaron enormes ciudades rodeadas de murallas de piedra y de lava de los volcanes. En el principio de la raza lemur no existían los sexos separados, la raza era hermafrodita. Cada individuo lemur tenía los órganos sexuales (masculino y femenino) desarrollados totalmente y su sistema de reproducción era por gemación, aquel hermafrodita expelía de sus ovarios, mediante el menstruo un óvulo o huevo perfectamente desarrollado, del tamaño del de una ave, con una envoltura calcárea. Ese huevo colocado en un ambiente especial, dentro de su interior gestaba una nueva criatura. Cuando esa criatura salía del cascarón, tenía el poder de moverse de inmediato, se alimentaba de los pechos de aquel padre – madre. El acto sexual no existía, porque cada individuo era completo por si mismo. Antes de la desaparición del continente la raza se dividió en sexos opuestos. Este proceso de división de sexos se realizó a través de millones de años. Cuando ya vino la división de sexos, entonces se necesitó de la cooperación para la procreación. Los hermafroditas lemures gozaban de facultades espirituales extraordinarias; podían percibir todas las tonalidades de la naturaleza y del cosmos. Su capacidad de visión les permitía ver la mitad de un “HOLTAMPANAS” es decir, la mitad de las tonalidades del color universal, un HOLTAMPANAS consta de cinco millones y medio de tonalidades del color. Cuando el hombre levantaba la vista para mirar las estrellas, veía los mundos rodeados de una aureola muy especial y también veía otras humanidades planetarias, con las cuales se comunicaba telepáticamente. El oído era penetrante, captaban las sinfonías del universo; el olfato era muy agudo. Los sentidos de percepción no se habían atrofiado. Era una humanidad que podía usar en su alfabeto 300 consonantes articulables (no solo podían escribir este alfabeto sino que tenía la capacidad para articularlas). El poder del verbo no se había degenerado. Tenían poderes sobre el fuego, el aire, agua y tierra. Era una humanidad millones de veces superior a la nuestra. Construyeron poderosas civilizaciones y supieron utilizar la energía del átomo y de los rayos cósmicos. La civilización lemur fue portentosa y muy hermosa, sus templos eran magníficos donde se estudiaban los misterios, podían viajar en sus naves a otros mundos del espacio infinito, estaban en comunicación con otras gentes planetarias. Los seres humanos podían vivir de 12 a 15 siglos. Era una raza fuerte y vigorosa. Era una raza perfecta. Desafortunadamente todo pasa, la corteza geológica del planeta tenía que estabilizarse y así surgieron elementos indeseables que quedaron depositados en los cinco centros de la máquina humana y al final de esta raza se abusó de la magia negra y poco a poco a través de muchos años de terremotos, este continente se fue hundiendo en el fondo del océano Pacífico, cediendo el lugar a una nueva raza, la raza Atlante, de la que tanto se ha hablado con mucha controversia.
   
Más información sobre los Discos Solares (2 videos: parte 1 y parte 2)
Parte 1:

Parte 2:

En este mapa de América y parte de la Antártida se observa la ubicación de los Discos Solares


Ricardo González explica la información original que recibió sobre los Discos Solares de la Hermandad Blanca, y cómo este conocimiento se difundió más tarde por todo el mundo. Cortesía: Radio Mantra


Kai, el mensajero de los cetáceos nos habla de la Rejilla Solar de Mu de los discos solares personales ubicados dentro de los chakras, cómo trabajarlos y activarlos es la asignatura de estos tiempos.

Discos Solares en los humanos. Kai nos cuenta a través de una entrevista (pulsar en la imagen o en el link para acceder a la página del audio) 

http://ar.ivoox.com/es/discos-solares-humanos-especial-en-audios-mp3_rf_1689414_1.html



A continuación comparto las hermosas meditaciones que Kai ha grabado para la ACTIVACIÓN de los DISCOS SOLARES en los SERES HUMANOS:

1) Activación Primer Disco Solar y Primer Filamento de ADN Tabla de Helios

2) Activación Tabla de Vesta capa dos de la Consciencia

3) Meditación de Activación del Tercer Disco Solar, Filamento III de ADN

4) Activación Cuarto Disco Solar Filamento 4 de ADN

5) Meditación de Activación Quinto Disco Solar

6) Activación Sexto Disco Solar, Floreciendo la inocencia

7) Activación Septimo Disco Solar, La Selva de Paititi puerta esmeralda al Corazón de la Tierra

8) Activación Octavo Disco Solar, Roraima la Puerta a las Estrellas

9) Activación Noveno Disco Solar Filamento 9 de ADN

10) Activacion Décimo Disco Solar Filamento 10 de ADN

11) Activación Undécimo Disco Solar

12) Activación Duodécimo Disco Solar Filamento 12 de ADN

13) Activación Décimo Tercer Disco Solar


EL RENACER DE LEMURIA (por Kai)

La frecuencia del rayo turquesa porta para Nosotros los códigos de Luz necesarios para el despertar de nuestras memorias cósmicas, estos códigos de Luz no necesariamente tienen forma y geometría, son frecuencias sónicas, sin nombre y sin forma que resuenan en nuestro ADN despertando y decodificando las memorias de Unidad y Libertad.

Estos rayos turquesas permanecen siendo irradiados por el centro galáctico y resonando en lo profundo del Corazón Cristalino de la Madre Tierra. El Rayo Turquesa llega a la Tierra para sanar el dolor de la energía masculina y liberar su carga kármica.

A medida que la frecuencia colectiva de la Tierra ha ido aumentando en su vibración, nosotros también hemos aumentamos nuestra vibración y nos hemos hecho conscientes de la Unidad y el AMOR que prevalece en cada uno de nuestros corazones.

(Si aún no nos hemos hecho conscientes, basta con manifestar la Intención, pues la Frecuencia ya está en el Planeta lo suficientemente alta para ello).

Al reencontrarnos con el Amor y la Maestría Sagrada de nuestro corazón, se derriban todas las barreras del miedo y del ego, nos permitimos enlazar nuestras manos y corazones para juntos establecer la Era de la Unidad en el Planeta Tierra a través del trabajo en conjunto y cooperación.

Es necesario que nos Unifiquemos como Humanidad en un mismo pulso y propósito, todos juntos trabajando para mejorar nuestro entorno en todos los sentidos.

No importa si creemos en las nuevas energías o no. Sin importar en qué creamos, todos deseamos la unificación de nuestro mundo y el regreso a la era de la Unidad a través del restablecimiento de la Paz, la igualdad y la justicia.

De esa forma los viejos sistemas basados en el miedo y la represión pueden ser transformados y derrumbados a través de la unificación de nuestros propósitos como colectivo, actuando en el Ahora, recobrando nuestra Maestría y Poder.

Es momento de retomar nuestro Poder y Unificarnos, honrando a la Tierra y a todos sus Seres Vivos.

La frecuencia Turquesa pulsa por la Libertad y la Unificación y está latiendo profundamente en nuestros corazones a cada instante, ahí en lo mas profundo de nuestro corazón cristalino. Permitirnos abrazar nuestra Libertad, nos llevará de vuelta a la Unidad y al reencuentro con la Memoria de MU.

El despertar de la Memoria Lemuriana

Resonando en lo profundo de nuestro ADN se encuentra la ancestral memoria de Mu. Memoria que resurge en el ahora, a medida que nos permitimos soltar las viejas limitaciones de dolor y separación, abrazando nuestra Libertad y autonomía interior.

Mu es el latir de la Tierra, es la huella cósmica que la Madre Tierra tiene impresa en su memoria celular. Mu es el recuerdo del origen, de la verdadera esencia de la Tierra y de la Humanidad.

Así como en el Universo existen millares de civilizaciones que son conocidas ahora por nosotros por sus huellas colectivas (Pleyadianos, Sirianos, Arcturianos, etc.) y cada grupo tiene una impronta colectiva energética que les representa como una Unidad; así la Tierra y su Humanidad sería conocida y bienvenida en las hermandades cósmicas, como la Tierra de MU, los Seres Humanos serían conocidos como los Lemurianos.

Esta es la memoria que ha resurgido de la Mano del Rayo turquesa y la Conciencia de los Cetáceos, cuya energía porta el recuerdo viviente para el despertar de la Memoria Lemuriana ancestral. Esa memoria que pulsa por una civilización Unificada sin fronteras en un mismo lenguaje.

Los Amados Cetáceos han custodiado estas memorias profundamente en los registros akáshikos de la Tierra, así como en la memoria genética celular de nuestro ADN.

Y poco a poco, al pasar del tiempo y a medida que la Tierra recibe y ancla los Rayos Cósmicos Solares portadores de las nuevas energías, los Amados Cetáceos encontraron la apertura necesaria para poder despertar en Nuestro ADN los Filamentos Delfínicos y continuar con el despertar en nuestro ADN de los Códigos de Luz portadores de la Memoria ancestral de nuestro origen cósmico y de esa forma ¡se ha reactivado nuestra memoria Lemuriana!

Una vez que nuestra consciencia recuerda y se despierta, así también se despierta y activa nuestro ADN, resonando en su interior los Códigos de Ascensión que nos permiten recordar y reconectar todos nuestros cuerpos sutiles a nuestro cuerpo de Luz.

De esa forma nuestro ADN se repara, sana y se reactivan las hebras multidimensionales de Luz, permitiendo que mayor información y luz viaje a través de las carreteras de energía que conforman nuestro entramado magnético y energético.

Somos Luz, somos Energía.

Nuestro ADN es una carretera cósmica de Luz e información, una vez que nos permitimos liberarnos de las memorias de dolor haciéndonos conscientes de nuestra Divinidad, automáticamente se despiertan las memorias cósmicas de Unidad y Libertad.

Ese es el despertar de la Memoria Cósmica, la Memoria Lemuriana que ha resurgido desde lo mas profundo de nuestro ADN.

Quisiera compartir este mensaje que recibí en una de mis meditaciones en la cual me encontraba al lado de la Ballena Madre.

Ella es una inmensa Ballena que porta la energía de la Divina Madre y a su vez, es una maravillosa guía de la Conciencia Cetácea:

“Es necesario que cada uno de Ustedes vaya tomando sus puestos, alineándose con su corazón y recuperando los fragmentos de memorias esparcidos por toda la tierra.

Estas memorias les serán devueltas, ya sea visitando lugares de la tierra donde resuenen su corazones, pero también enlazándose y conectándose desde el corazón con esos sitios de poder que les llaman.

Cada uno de ustedes recuperará sus memorias ancestrales, para que puedan comenzar a servir al plan divino desde la Unidad interior.

Las huestes de la Tierra se están Uniendo, animales, aves, elementales, cristales, Agua, aire, fuego y tierra… Sólo falta el Ser Humano… Desde las aguas del sur irradiamos Amor y Luz recordándoles el verdadero sentido de la Unidad.. 
Una nueva humanidad se está gestando en el seno de la Madre Tierra.

Se ha iniciado el anclaje de la Luz turquesa en la Tierra y con ello el renacer de la Memoria Lemuriana…”

Invoquemos a la Ballena Madre para recibir su guía y Amor.

Ella al lado de las Ballenas Francas Australes son mensajeras de MU que nos conducen a la Tierra Sagrada envueltos en espirales de luz turquesa.

Nos estamos acercando a la Unificación de todas las razas en Una misma.

El retorno de la Era de Unidad!

El renacer de Lemuria

Fuimos Agua. Somos Agua

Fuimos Aire. Somos Aire

Fuimos Fuego. Somos Fuego

Fuimos Tierra. Somos Tierra

Somos. Solo Somos.

Cristalinos sentimientos. Unificados pensamientos.

Tus recuerdos son mis recuerdos.

Cristalinas aguas y cascadas relucientes. 

Recuerdo…

Respiro, siento.

Siento, vivo

Vivo, renazco.

En cada célula está vivo el recuerdo reluciente de una Tierra transparente.

¡Lemuria renaciendo!

En tus colores y en mis colores.

En tus Aguas y en nuestras Aguas.

En nuestra Tierra y en nuestro cuerpo.

¡Lemuria renaciendo, cristalizándose en nuestros sueños, como una misma Tierra Unificada!

¡Somos bendecidos en Amor y Alegría!

KAI 



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