sábado, 12 de marzo de 2016

Protagonistas o espectadores...


En enero estuve en un restaurante que pertenece a una cadena de locales de comida muy conocidos en Mar del Plata, los cuales iniciaron sus actividades dedicándose a la elaboración de churros deliciosos.
Como parte del ¨decorado¨ del restaurante, había una bonita pecera, hecha con piedras.
Me llamó la atención el tamaño de los peces...
Me llamó mucho la atención...
Se notaba a simple vista que habían sido ubicados allí siendo pequeños... Pero el tiempo pasó. Y para ellos también, ya que el tamaño de su cuerpo no ¨encajaba¨ con el tamaño de la pecera.
Unos niños se acercaron a la pecera. Miraban asombrados y alegres a los coloridos animales que nadaban, como podían, en ese estrecho lugar.
Me acerqué...
Mi corazón se entristeció mucho.
Me quedé un buen rato mirándolos.
Me dispuse a atraer Luz celestial para entregarles a ellos esa Luz... Luz que envuelve de amor y sana las almas...
Durante varias horas pensé en esos peces... y seguí enviándoles Luz...
Me identifiqué con su sufrimiento, con su dolor... y hasta sentía lo que esos peces podían percibir al observar a quienes ¨se alegraban¨ por verlos tan de cerca, en tan ¨bonito decorado¨... o peor aún, me imaginaba la resignación de ellos al ver gente que no se jugaba por defenderlos.

Ellos no podían hacer nada...
Y yo no me arriesgué a hacer lo que ellos urgentemente necesitaban.
Fui cobarde...
No me animé a hablar con el dueño del lugar para sugerirle que los libere a su ambiente natural... o, al menos, que le agrande la pecera... Mi timidez me ganó.
Fui muy cobarde.
Fui una espectadora del sufrimiento... Espectadora de aquel ¨decorado¨

Hoy chateaba con Anamaría, una amiga virtual que vive en Ecuador. Hablé mucho con ella, y me dio maravillosos consejos al respecto.
Y me quedé pensando...

Creo que todo pasa por algo en la vida.
Las experiencias que nos ¨sacuden el alma¨ se presentan para que cambiemos algo en nosotros.
La primera vez podemos ser espectadores... Pues entonces, similares situaciones seguirán presentándose en nosotros para ayudarnos a cambiar y a evolucionar.
El mundo está lleno de espectadores...
Sólo quienes fueron espectadores y luego se arriesgaron a vencer sus propias sombras, lograrán transformarse en verdaderos protagonistas.
Todos podemos lograrlo. Entre otras cosas, para eso vinimos.
De nosotros depende: Quedarnos tímida y cómodamente siendo espectadores...
O animarnos a ser protagonistas.

Namasté...
Stella Maris

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