Hay personas que necesitan pruebas científicas de todo tipo para poder creer en algo...
Hay quienes creen en todo porque otra persona les dijo que tiene la verdad...
Hay quienes aceptan algunas cosas y otras las rechazan...
Cuando mencionamos un tema determinado, sea el que sea (espiritual, deportivo, político, filosófico... etc) podríamos clasificar a la población en (por lo menos) 4 grupos:
1) Quienes no conocen nada sobre ese tema
2) Quienes sí lo conocen y no lo aceptan
3) Quienes lo conocen y están de acuerdo en su totalidad
4) Quienes conocen el tema pero aceptan algunas de sus
afirmaciones y rechazan otras.
Si un integrante de alguno de esos 4 grupos eligió una posición y está convencido
que su postura es la adecuada, y le sirve para su crecimiento personal y para
ayudar a los demás seres humanos, su elección será la mejor opción para él.
No importa en qué grupo esté cada uno, siempre que le sirva
para desplegar sus potencialidades y, de ser posible, para ayudar a los demás a hacer lo mismo.
Lo interesante sería, además, que quienes estén en un grupo
tengan la mente y el corazón abiertos para respetar que cada quien puede elegir
la posición que considere más adecuada, siempre y cuando no se dañe a sí mismo ni a los demás.
NUNCA DEBEMOS IMPONER
LO QUE CONSIDERAMOS ¨VERDAD¨
AUNQUE ESTEMOS SEGUROS
QUE ESA SEA LA ÚNICA QUE EXISTA.
Si hay discusiones por afirmar que sólo una de las
posiciones es la verdadera, no llegaremos a ningún puerto. Todas las posiciones
pueden tener algo de verdad... pues la verdad no es una sola... ¡La realidad es tan grande e infinita que sería muy extraño creer que existe sólo una verdad!
Repito: No importa en qué posición estemos. Lo que importa es que
desde esa posición logremos mejorarnos a nosotros mismos.
Mi opinión es que podríamos encontrar puntos en común entre
las diferentes maneras de ver la realidad, pues de esa manera, creceríamos
todos.
Pero, si caminamos por senderos
paralelos
nunca vamos a encontrarnos.
¡Namasté!
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