2 de Abril de 1982. Por
aquel entonces yo tenía 12 años.
Los argentinos nos
enteramos por la televisión que ¨habíamos recuperado las Islas Malvinas¨.
Festejos infinitos teñían
de felicidad las emociones de la sociedad... creyendo que esa felicidad duraría
para siempre...
Mi alegría explosiva chocó
frente a la llegada de mi papá de su trabajo, cuando vi en su rostro un enojo y
una tristeza inmensa.
¿Qué le pasaba a mi papá?
¡Si debía festejar como el resto de la gente! ¿Acaso no sabía qué estaba
pasando? Yo no entendí su expresión de enojo...
Mi papá fue cortante en su
respuesta clara y directa: ¨El gobierno argentino NO TIENE IDEA EN QUÉ SE ESTÁ
METIENDO... los ingleses no se van a quedar quietos...¨
Muchachos argentinos mal alimentados,
con frío y muy mal equipados fueron enviados ¨al matadero¨ para luchar contra
un país notablemente superior al nuestro en armamentos, en tecnología, en flota
(barcos y aviones destinados a realizar una acción u operación bélica)
Mi papá tenía razón... Su
expresión traducía una triste realidad que no tardó en llegar. Cientos de
fallecidos... uno tras otro...
Para
reflexionar...
Las
guerras las deciden personas que no ponen su cuerpo en la batalla. Y dan las
órdenes... aunque sepan de antemano que es una locura lo que ordenan...
Si
los soldados de ambas naciones ni siquiera se conocían entre sí ¿cómo empezaron
a verse como enemigos a los cuales había que destruir? En una guerra de desconocidos
¿de dónde sale tanto odio?
Si
la Madre Tierra no tiene fronteras... ¿Por qué nos matamos por un pedazo de territorio?
La
ambición, la codicia y el materialismo nos enceguecen. Y somos capaces de hacer
cualquier cosa con tal de lograr ese objetivo.
La
inmadurez no nos permite compartir lo que naturalmente ni siquiera nos
pertenece, porque en realidad ¡¡¡Gaia, la Madre Tierra, NO nos pertenece!!!
¡Nosotros
somos los que pertenecemos a ella!
El
día en que los ¨seres¨ aprendamos a ser ¨humanos¨ comenzaremos a entender que
el único enemigo no está afuera, sino que es nuestra propia sombra a la cual
debemos integrar, iluminar y transmutar. Pero si estamos tan distraídos
mirando hacia afuera, será imposible avanzar.
Namasté
Stella Maris
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Que reflexión más sabia y profunda de Stella Maris..me conmueve......pensar que por unos locos generales golpistas estuvimos a punto de una guerra fratricida horrorosa entre nuestros pueblos........nuestro enemigo es la falta de educación, la pobreza, la desigualdad.....viva el pueblo argentino..viva el pueblo chileno, viva el pueblo peruano, viva el pueblo boliviano...viva latinoamerica
ResponderBorrarBueno, Manuel, gracias por tus palabras. Y es verdad, estuvimos al borde de algo mucho peor, un desastre muy grave!!! Viva todos los pueblos, sí!!!
ResponderBorrarTe mando un gran abrazo!!!