Aunque
nos resistamos a entenderlo…
No
vinimos para ayudar a salvar a la humanidad… sino para ayudarnos a nosotros
mismos a recordar… Si logramos recordar y además podemos ayudar a los demás,
será maravilloso. Pero no perdamos nuestro objetivo ni lo desplacemos por
aquello que es más fácil: mirar a los demás en lugar de trabajar en nosotros
mismos.
No
vinimos para guiar a los demás ni para indicar caminos… sino a recordar cuál es el
camino que nosotros deberemos emprender para regresar a Casa… Si lo
encontramos, y además podemos guiar a los demás, será maravilloso, siempre y
cuando también los guiemos para que ellos se animen a recorrerlo sin nuestra
ayuda. Pero no perdamos nuestro objetivo ni lo desplacemos por aquello que es
más fácil: dar cátedra explicando todo el recorrido que deben hacer los demás
para volver a Casa…
No
vinimos a juzgar a los demás, ni a medir cuánta Luz tienen… Vinimos a recordar
qué debemos hacer nosotros para mantener encendida nuestra propia Luz… Si
logramos eso, y además podemos guiar a los demás para que brillen, será
maravilloso. Pero no perdamos nuestro objetivo ni lo desplacemos por aquello
que es más fácil: clasificar a la humanidad en seres de luz y en seres de
oscuridad, apartando a los segundos por miedo a que nos apaguen nuestra Luz. Se
apaga aquél que sólo percibe oscuridad en lugar de hacer brillar su propia Luz valorando
también la de los demás…
Somos
Chispas Divinas provenientes de la misma Fuente.
Recordarlo
llevará muchísimo trabajo. Miles de vidas.
No perdamos
nuestro objetivo ni lo desplacemos por aquello que es más fácil... Porque eso
lo hicimos siempre…
Y aquí
regresamos... por algo:
Simplemente,
para recordar.
Namasté
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