Les cuento una pequeña experiencia que me pasó en la escuela donde doy clases:
Año 2014:
Mis alumnos (chicos y chicas de 5° grado) estaban sentados en el suelo del patio cubierto, trabajando en grupo, alrededor de unos afiches, investigando características de Argentina... Mapas, libros, imágenes del país, y todos los útiles escolares necesarios desparramados en el suelo...
Día de mucho viento, tierra que volaba y que de alguna manera, casi sin querer, ingresaba al salón aún teniendo cerrada la puerta que conduce al patio exterior...
Se ve que mis alumnos no eran los únicos que estaban allí: Vi que se acercaba una araña de tamaño mediano... mediría unos 5 cm...
¿Cuál fue la respuesta inmediata de los chicos? ¡Vamos a matarla...! La pisamos y ¡listo! Otro dijo -¡Yo me animo y la mato con mi mano! (Y todos los comentarios ¨valientes¨ relacionados a ese hecho...)
Mientras yo vigilaba que ¨ella¨ no se escapara, pedí que traigan un vaso de vidrio, cuidadosamente la cubrí, tapé la boca del vaso con un papel firme y la llevé al patio externo... la llevé a la naturaleza. Claro, me acompañaron muchos chicos observando ¨semejante experiencia...¨
Me preguntaban ¨¿Por qué no la mataste? ¡Si las arañas nos pueden matar a nosotros!¨
Les expliqué: Todos los seres que atacamos se defienden de la mejor manera que pueden... ella también lo hubiera hecho... y quizás, si yo la intentaba ¨aplastar¨ ella me hubiera transferido su veneno para salvar su vida... (¿¿¿Acaso ella hubiera sido ¨mala¨ por eso???)
Cuántas veces, por un simple ¨deporte¨ o ¨diversión¨, aprendimos a aplastar caracoles... hormigas... polillas y tantos otros bichos... hasta los vemos como si fueran nuestros enemigos a los que tenemos que ¨ganarles matándolos...¨
¡Todos los animales merecen vivir... Tienen que seguir evolucionando, tal como lo hacemos nosotros...!
Una alumna me preguntó si yo no tenía miedo de llevar a la araña en el vaso y que se me ¨escape¨... (Yo pensé: ¿Cómo voy a tener miedo? Si uno hace las cosas con buena intención, sin querer dañar a nadie, NUNCA TIENE QUE TENER MIEDO... )
Más tarde aparecieron otras dos arañitas, de menor tamaño... y mis alumnos me llamaron para repetir la experiencia de ¨devolverla a la naturaleza¨... Me llenaron de felicidad el corazón... Mis alumnos habían aprendido mucho más que lo que se estudia en ¨un libro...¨
Noviembre 2015: Otra araña llamó la atención de los chicos de la escuela... Ésta tenía un tamaño considerable... -¡Qué fea! pensé... Bueno, ¨ella¨ habrá pensado lo mismo al verme!!! jajaja!!! Pero yo no lo dije porque fuera ¨fea¨, sino porque, reconozco, me dio un poquito de miedo ¨cazarla¨... (Dudé mucho... ¿Y si ella rápidamente se me sube al brazo...?) Después me tranquilicé... ¿Por qué habría de tener miedo...?
Lo que les voy a contar va a sonar ridículo, quizás... Pero les confesaré lo que hice: Me ¨conecté¨ sin hablarle... desde mi Ser hacia el de ella... y le pedí, en silencio, que se quede quieta, que yo no la iba a dañar...
La situación se dio de tal manera que ¨ella¨ se subió a una palita, y me fue muy fácil ¨capturarla¨ con un frasco de vidrio...
Y, como le prometí, la llevé hacia la naturaleza sin dañarla...
Y la historia continúa... Cada vez que encuentro una araña, una hormiga, un caracol o el animalito que sea, lo llevo a la naturaleza. Todos merecen seguir su camino de aprendizaje por el cual vinieron al Planeta.
Y la historia continúa... Cada vez que encuentro una araña, una hormiga, un caracol o el animalito que sea, lo llevo a la naturaleza. Todos merecen seguir su camino de aprendizaje por el cual vinieron al Planeta.
En youtube encontré este video explicativo de cómo se puede atrapar y salvar a una araña. Es simple, sencillo y humano...
Más allá de estas simples historias, quisiera que reflexionemos sobre nuestras acciones cotidianas, aquellas que estamos acostumbrados a hacer... ¿A veces ¨atacamos¨ a nuestro prójimo con la ¨certeza¨ de que él es peligroso y puede destruirnos si no le ganamos...?
Obviamente el prójimo se va a defender...
Y NADIE va a ganar...
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